Deserción escolar en la transición de la educación inicial a la básica

Para evitar la deserción escolar en Colombia, le apostamos a una buena transición de preescolar a primaria, esta etapa debe tener un trabajo en conjunto con las diferentes entidades y una educación de calidad que vincule el juego.
Sobre la deserción escolar en Colombia
La deserción escolar es el abandono a las instituciones educativas y se da por múltiples factores de tipo familiar, social, económico, individual. A fecha de agosto de 2020, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) registra que se retiraron 102.880 estudiantes (1) y el reto empieza en la primera transición.
La tasa de matriculados entre 3 y 4 años en Colombia es del 61% frente al promedio del 76% que registra la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) (2), además, el grado transición no se ofrece de acuerdo a los lineamientos de la política de atención integral y esto ha contribuido a las altas de deserción y repitencia en los primeros grados obligatorios del sistema; ¡7.778 niños y niñas desertan en transición!, es decir, el 3.25% frente al 2.83% que deserta en primaria y un 2,72% repite año escolar cuando pasa de preescolar al grado primero.
Debemos trabajar por incrementar el porcentaje matriculado y luego lograr una efectiva transición a la primaria Este objetivo se puede cumplir con:
Articulación entre entidades que brindan educación inicial a la primera infancia
En Colombia tenemos varias entidades dedicadas a la primera infancia y para garantizar una primera transición exitosa es necesario una acción coordinada entre estas, en especial atención a la relación que se tiene entre ICBF y las diferentes instituciones educativas (3).
Ministerio de Educación Nacional que financia la educación, genera regulación del servicio, actualiza información del sector, entre otros.
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) que es el encargado de los menores de 6 años y coordina la prestación de la EIAPI (Educación Inicial y Atención a la Primera Infancia).
Instituciones educativas privadas o públicas que brindan educación bajo las normativas del MEN.
Otras entidades como el Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
Fuente: MEN (2015a), “OECD-Colombia education and skills accession policy review: Country background report”, Ministerio de Educación Nacional, Bogotá.
Según el Banco Mundial y la estrategia DE Cero a Siempre, el MEN y el ICBF comparten responsabilidad en los servicios de la Educación Inicial y atención integral a la Primera Infancia. El MEN tiene la función de definir las políticas e implementar el sistema de gestión de calidad a nivel nacional y el ICBF es el responsable de implementar los servicios públicos de la EIAPI y la gestión de los prestadores a nivel regional; al lograr un trabajo articulado entre ICBF y las diferentes instituciones educativas, el cambio en los niños y niñas no será tan drástico y podremos disminuir las cifras de deserción y repitencia.
Calidad en la educación en la primera infancia hoy para un mejor futuro
Una inversión en la educación de alta calidad en la edad temprana genera altas tasas de retorno en cuanto al rendimiento escolar y sus resultados en la vida adulta según OCDE (4), si logramos una exitosa transición, esto no solo se verá reflejado en la baja deserción sino también en la calidad de vida. Según el DANE, cuando no se tiene ningún nivel de educación, es más probable que se devengue de 0 a 0,5 salarios mínimos legales mensuales vigentes en Colombia (5) . La pregunta clave es: ¿cómo se puede obtener una vida digna con un ingreso prácticamente nulo? Cerrar la brecha salarial es problema que se soluciona desde esta primera etapa.
También te puede interesar: Cómo le apostamos a la primera infancia
Aprender jugando, hacer la primera transición jugando
Si revisamos la articulación entre las entidades y la calidad de la educación, podremos ver que el juego está en el centro. Las entidades que atienden a los niños y niñas menores de 6 años como el ICBF conocen que para una alta calidad de la educación el juego es importante porque genera un ambiente seguro.
Cuando se aprende jugando, se elimina el miedo de cometer errores, es mucho más fácil asimilar los conocimientos, se mejora la estimulación de la memoria / atención / creatividad / razonamiento lógico, se fomenta habilidades sociales y resolución de conflictos, entre otros. Por esto es importante vincular el juego también en la primaria, porque esto permite que los niños y niñas sigan una metodología de transición más amable y menos dura (lo que no pasa actualmente cuando se pasa de una etapa más didáctica a una más estructurada y magistral, que termina en muchas casos en deserción escolar).
Es necesario prestarle atención a la primera transición
Así como lo hemos visto, un apoyo eficiente desde el principio a los niños y niñas deja una base sólida para su progreso y desarrollo porque no tienen que repetir años o desertar del todo. Si aproximadamente el 15% de los estudiantes que aprueba el último grado de cada nivel educativo (transición, quinto y noveno) no se matricula al grado siguiente (6), es nuestro deber desde transición empezar a disminuir ese porcentaje, porque si ellos llegan con deficiencias en sus competencias fundamentales de aprendizaje, no podrán aprovechar su escolarización.
Atender y educar los primeros años de vida de niños y niñas significa sentar las bases para que ellos desarrollen aptitudes mentales y físicas, al hacer esto se le ayuda a los pequeños en su adaptación al medio social. Por eso invitamos a todos los actores a prestarle atención a este momento, a trabajar articuladamente y a hacer los cambios en las metodologías de educación para garantizar que todos los niños y niñas tengan una transición a la primaria mucho más amable y coherente con el sistema educativo que se les viene enseñando.
También te puede interesar:
Por qué es importante la primera infancia
Importancia del regreso a clase
Referentes